La Parábola de los Talentos (Mateo 25:14-30) narra la historia de un hombre que le entrega a sus siervos algunos talentos. A uno le entregó cinco talentos, a otro dos, y a otro uno. Con frecuencia la entendemos como si el hombre de la historia le hubiera entregado una serie de talentos o habilidades a cada uno de los tres siervos. Luego nosotros lo interpretamos como los distintos dones o talentos que Dios nos ha dado a cada uno de nosotros. En cierta manera, también se puede entender así, pero para ser bíblicamente exactos, un talento en tiempos de Jesús era algo distinto. ¿Qué era un talento y cuánto era su valor?
En la época del Nuevo Testamento, un "talento" era la unidad monetaria de mayor valor y equivalía a 6.000 denarios. Un jornalero judío ganaba un denario en todo un día de trabajo (Mateo 20:2). Por lo que, para ganar tan solo un talento, un jornalero tendría que trabajar 6.000 días, o mejor dicho, ¡casi 20 años! Si hacemos los cálculos correctos, podremos entender que el siervo que recibió cinco talentos en realidad recibió un sueldo de 100 años, el siervo de los dos talentos un sueldo de 40 años, y el siervo del único talento un sueldo de 20 años de trabajo.
En la actualidad, el salario mínimo por hora en EE.UU. es de US$7,25 dólares (Infobae.com). Si una persona trabaja 8 horas diarias, entonces el salario mínimo al día se convierte en US$58 dólares. Desde esta perspectiva, el siervo que recibió cinco talentos habría recibido hoy US$1.750.000 dólares, el siervo de los dos talentos US$700.000 dólares, y el siervo del único talento US$350.000 dólares (en cifras redondas). Cada uno de los siervos recibió, entonces, una muy considerable suma de dinero.
En otra parábola, Jesús relató la historia de un siervo que debía 10.000 talentos a su rey (Mateo 18:23-24). En aquellos tiempos, la deuda de este siervo era de 60 millones de denarios, pero hoy esta deuda hubiera sido de US$3.480 millones de dólares, ¡una cifra astronómica!
Quizás algunos pensarán que no han recibido mucho de parte de Dios, quizás un solo talento, pero es una gran bendición; una gran riqueza en tus manos. Pero lo impresionante de la parábola es que a pesar de que el primero duplicó de cinco a diez talentos (¡equivalente a un salario de 200 años de trabajo!), y el segundo de dos a cuatro (¡equivalente a un salario de 80 años de trabajo!), el señor de la parábola les dice que han sido fieles en lo poco (Mat. 25:21,23). Quizás, lo que para nosotros sería una fortuna, para nuestro Dios es poco, porque Él tiene una riqueza aún mucho más grande, incontable e inimaginable, y lo más importante de todo, es que la quiere compartir contigo.