Cuando Jesús habló acerca de la autoridad de las Escrituras, enseñó que hasta los detalles más pequeños escritos en ella también la tenían. Así que comenzó a hablarle a la gente diciendo:
“Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.” (Mateo 5:18)
Pero, ¿qué significan sus palabras? ¿Qué es una “jota” y una “tilde” en la Ley? Pues la frase “ni una jota ni una tilde” usada por Jesús es la traducción griega de una conocida expresión judía. Cuando los escribas enseñaban sobre la importancia de las palabras escritas en la Ley, decían en hebreo “lo yod v'lo kotzo shel yod”, que significa “ni una yod y ni siquiera una 'kotz' de una yod” ("An Introduction to Ancient and Modern Hebrew", Al Garza).
La palabra "jota" en este versículo se traduce de la palabra griega "iota". Esta era una letra griega cuyo sonido se asemejaba al sonido de la letra hebrea "yod". La yod es la décima letra en el alfabeto hebreo. Las letras hebreas están formadas por rayas, por lo que hay letras más grandes y otras más pequeñas, pero la yod es la más pequeña de todas las letras hebreas. Se parece a nuestra coma, pero suspendida en el aire (como un apostrofo).
En los pergaminos escritos a mano, las letras hebreas están bellamente adornadas con pequeños trazos en sus cabezas y en sus puntas. Algunos trazos, parecidos a las serifas de nuestras letras modernas, sirven para diferenciar algunas letras muy parecidas entre sí. Otros trazos, que parecen coronas sobre las letras, sólo son decorativos. Pero también hay otro trazo especial llamado "kotz", que es una pequeña "espina" que se encuentra en las letras aleph, vav, lamed, yod, nun, ayin, pey, tsade y shin. Hay muchas otras marcas, pero la “kotz de la yod” es la más pequeña de todas las marcas en el texto hebreo (hebrew4christians.com).
Así es que los maestros judíos usaban la letra más pequeña en la Ley (la “yod”), y la marca más pequeña en la Ley (la “kotz de la yod”) para ilustrar la importancia de cada palabra y cada letra de la Torá. Se decía por ejemplo que, “si todos los hombres del mundo se reunieran para destruir la 'yod', que es la letra más pequeña de la Ley, no podrían hacerlo” (Cánticos Rabba 5.2).
Había también ilustraciones rabínicas acerca de la letra “yod”. Una de ellas era la historia de la yod que fue quitada del nombre "Sarai" para transformarse en "Sara". Los rabinos enseñaban que la letra yod vino y se postró delante de Dios y dijo: ‘Oh Señor eterno, me has desarraigado del nombre de esa mujer santa’. Entonces Dios respondió: ‘Hasta ahora has estado al final del nombre de una mujer. Pero de ahora en adelante estarás al principio del nombre de un hombre’. Y por eso se habría escrito “Y Moisés llamó el nombre de Hoshea (“Oseas”), Jehoshua (Josué)” (“Commentary of the NT from the Talmud and Hebraica”, John Lightfood)
También había otra historia de la yod que Salomón intentó omitir de Deuteronomio (17:17) para anular un mandamiento. Se dice que el libro de Deuteronomio subió al cielo, se postró delante de Dios y dijo: Señor del mundo, tú has escrito en tu ley: cada testamento del que es violada una sola prescripción es totalmente violada. Mira, Salomón intenta destruir una yod del mío. Esta escrito, ‘No se multiplicará (“yarbeh”) para sí mujeres’, pero él ha multiplicado (“hirbâ”) para sí mujeres’. Entonces Dios respondió: ‘Salomón y cien como él pasarán, pero ni una yod pasará de ti’ (Levíticus Rabba 19.2).
Con el tiempo, a esta expresión se agregó la frase “pero ni una kotz tuya perecerá” (Shemot Rabba 96.1). En la tradición judía de las artes escritas (soferut), si a un escriba le faltaba una sola “kotz de una yod” en el texto de la Torá, debía considerar inválido todo el rollo (Menachot 29a). Así que la expresión "ni una yod y ni siquiera una kotz de una yod" era muy conocida por los judíos. Jesús habría utilizado esta frase para enseñar que cada palabra, letra y hasta “la marca más pequeña de la letra más pequeña” de las Escrituras tiene la autoridad de Dios.