La "trompeta final" en el judaísmo


Algunas de las profecías más importantes de la Biblia estarán acompañadas por el sonido de trompetas. Cuando una de ellas sea tocada, nos dice el apóstol Pablo, hará que los muertos resuciten y los vivos sean transformados:

“He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.” (1 Corintios 15:51-52)

Esta será la “final trompeta”. Algunos creen que ésta es la séptima trompeta del Apocalipsis, pues es la “última” de una serie de siete trompetas (Apocalipsis 11:15). Otros la confunden con la “gran trompeta” que se escuchará en la Segunda Venida de Cristo al final de la tribulación (Mateo 24:31). Pero esta trompeta será muy diferente. ¿Qué significa que sea la trompeta final? ¿Cuándo se tocará?

Pues, cuando la Biblia habla de “trompeta” en realidad está hablando de un “shofar”. El shofar es un cuerno de carnero que se usa como instrumento musical parecido a la trompeta. Los judíos tocan el shofar en muchas ocasiones, pero el gran día para tocar el shofar es en “Yom Teruah”, la “Fiesta de las Trompetas”. Hoy este día es conocido como “Rosh Hashanah” (“Cabeza del año”), pues es el comienzo del año judío.

La Fiesta de las Trompetas (Rosh Hashaná) comienza el primer día de Tishrei, séptimo mes del año judío (Levíticos 23:24), y es tan sagrada que los judíos comienzan a prepararse espiritualmente para conmemorarla con un mes de anticipación. Así que es costumbre tocar el shofar todos los días durante el mes de Elul para llamar al pueblo al arrepentimiento y estar preparados para Rosh Hashaná.

Pero cuando llega el día de Rosh Hashaná el toque del shofar se vuelve el símbolo más representativo de aquel día. La Torá lo llama el día del “sonar de trompetas” (Números 29:1). Y el mandamiento para conmemorarlo es “escuchando el sonido de la trompeta” (Levíticos 23:24). De manera que en este día sólo se escucha únicamente el sonido del shofar.


Antiguamente, el shofar se tocaba este día muy temprano en la mañana, pero en tiempos del Imperio Romano se tuvo que cambiar la costumbre, debido a que los romanos lo interpretaban como un llamado a la rebelión, y solían irrumpir en las sinagogas (sfarad.es) De esta manera, se comenzó a tocar el shofar después de la oración de la mañana (“amidah”). Y hoy también se toca en la oración adicional (“musaf”), inmediatamente después de la oración de la mañana de Rosh Hashaná (chabad.org).

Y cuando se toca el shofar se puede escuchar tres sonidos básicos: tekiah, una explosión larga; shevarim, tres explosiones cortas; y teruah, nueve explosiones de staccato. Así que estos tres sonidos se combinan para tocar una serie de 30 explosiones:

Tekiah shevarim teruah tekiah
Tekiah shevarim teruah tekiah
Tekiah shevarim teruah tekiah

Tekiah shevarim tekiah
Tekiah shevarim tekiah
Tekiah shevarim tekiah

Tekiah teruah tekiah
Tekiah teruah tekiah
Tekiah teruah tekiah gedolah


También hay otra serie de 10 explosiones. Cuando se combinan las series de 10 y 30 toques, el shofar se puede llegar a tocar hasta 100 veces en Rosh Hashaná, dependiendo de la costumbre de cada comunidad. Cuando se toca 100 veces se hace en representación de las lágrimas de Sísara, o también por el número de letras que hay en el lamento por su hijo según el cántico de Débora (Jueces 5:28), para mostrar que, así como los judíos eran sensibles a las lágrimas de un archienemigo, Dios también sería sensible a las lágrimas del pueblo judío y los juzgaría con misericordia en este día (tabernacleinbranson.com).

Sin embargo, la serie de 30 explosiones termina con un largo toque llamado “tekiah gedolah”, que significa “la gran explosión”. El shofarista (“baal tekiah”) comienza a soplar el último sonido tan prolongadamente como pueda aguantar para finalizar la serie de notas. Esta última y gran explosión tiene como propósito indicar a los judíos que el mandamiento de escuchar el sonido del shofar en Rosh Hashaná se ha cumplido (“Rosh Hashanah”, Nosson Scheman, Hersh Goldwurm, Avie Gold).


De esta manera, los judíos comenzaron a relacionar Rosh Hashaná con esta última gran explosión del shofar. Según muchos autores judíos ortodoxos, “la última trompeta” era otra expresión judía para referirse a Rosh Hashaná (hebroots.com). Así que cuando Pablo escribió acerca de la “final trompeta”, estaba refiriéndose a Rosh Hashaná, la Fiesta de las Trompetas (“Blood Moon Rising: Bible Prophecy, Israel, and the Four Blood Moons”, Mark Hitchcock).

Pero si es así, ¿por qué Pablo relaciona Rosh Hashaná con la resurrección de los muertos y el rapto de la Iglesia? Pues, Rosh Hashaná se conoce en la Biblia como “Yom Teruah”, que significa “el día del despertar con el trompetazo”. También se puede traducir como “grito”. Así que uno de los temas asociados con Rosh Hashaná es el “despertar”, ya sea con el sonido del shofar o con un grito sobrenatural. Los judíos generalmente asocian este “despertar” con el despertar de la muerte y la resurrección (Isaías 26:19 y Efesios 5:14). Por ello, la tradición judía cree que la resurrección de los muertos sucederá en un día de Rosh Hashaná.


Pero también la tradición judía cree que la creación ocurrió en un día de Rosh Hashaná. Los sabios judíos notaron que las letras de la frase hebrea “Bereshit” (Bet, Resh, Alef, Shin, Yud, Tav), que se traduce como "En el principio", son las mismas que forman la frase hebrea “Aleph b’Tishrei” (Alef, Bet, Tav, Shin, Resh, Yud), que se traduce como “El primero de Tishrei”, concluyendo que la creación ocurrió el primer día de Tishrei. Así que Rosh Hashaná es el día asignado a la creación, y que cada año en Rosh Hashaná Dios renueva la energía de lo creado. El judaísmo también explica que en un futuro Rosh Hashaná, al sonido del shofar, Dios creará una nueva generación de vida, y que la naturaleza misma de esta energía espiritual será novedosa y superior a la que había sido antes.

El apóstol Pablo entendió que las fiestas del Señor son sombras de las cosas que sucederán (Colosenses 2:16-17). Y Rosh Hashaná es la que anunciaría la resurrección de los muertos y el rapto. Cuando suene el último shofar será un llamado de Dios para reunir a su pueblo (Exodo 19:13). Entonces los muertos en Cristo despertarán, y nosotros los que quedamos, seremos transformados desde nuestro cuerpo físico a un nuevo cuerpo glorificado, una nueva creación superior al que había sido antes, y nos reuniremos con Cristo para siempre:

“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.” (1 Tesalonicenses 4:16-17)