Jesús, hablando sobre los tiempos finales y el día exacto de su regreso, les dijo a sus discípulos que "el día y la hora nadie sabe, sino sólo mi Padre." (Mateo 24:36; Marcos 13:32). ¿Qué significan estas palabras? ¿Por qué sólo el Padre lo sabe? Si Jesús es Omnisciente, ¿por qué no lo sabe?
Para entender las palabras de Jesús, debemos ponerlas en contexto. La segunda venida de Jesucristo no es más que para venir a buscar a su novia la Iglesia (Apocalipsis 19:7-9). En este sentido, Jesús usa el lenguaje propio de la cultura en aquellos tiempos para referirse a su boda con la iglesia.
Según las tradiciones judías, el matrimonio era un acuerdo entre el Padre, el novio y la novia. Cuando las partes aceptaban el compromiso se hacían los preparativos para la boda y el novio iba a la casa de su padre a preparar lugar para vivir junto a su novia (Juan 14:2-3). Se invitaba a muchas personas con mucha anticipación, esperando a que el novio fuera a buscar a la novia para comenzar la ceremonia.
Sin embargo, si los amigos e invitados consultaban al novio acerca del día y la hora exacta cuando iría a buscar a su prometida no podrían saberlo, puesto que era una decisión exclusiva del padre. El padre determinaba si su hijo estaba listo para casarse, y si el nuevo hogar estaba listo y terminado para los recién casados. Aunque en muchos matrimonios judíos de aquellos tiempos el hijo sabía el tiempo aproximado de la boda, éste por respeto a su padre y a su autoridad en el hogar (donde viviría junto a su novia) afirmaba que sólo su padre lo sabía.
Cuando los discípulos le preguntaron acerca del tiempo de su venida (Mateo 24:3), Jesús respondió usando esta metáfora: sólo el Padre sabe el tiempo cuando el novio está listo para venir a buscar a su novia.