¿Cómo es que Jacob no supo que su novia no era Raquel sino Lea?

Dice la Biblia que Jacob tuvo que trabajar siete años para que Labán le permitiera casarse con Raquel, su hija menor (Génesis 29:16-20). Cuando se cumplieron los siete años, Jacob finalmente le pide a Labán la mano de Raquel, pero Labán le entrega en matrimonio a Lea, su hija mayor, en vez de Raquel la menor (Génesis 29:20-23). La Biblia nos dice que Jacob nunca supo que se había casado con Lea sino hasta el otro día (Génesis 29:23-25). ¿Cómo es que no pudo reconocer que se había casado con Lea y no Raquel?

Según las tradiciones judías, la boda se realizaba por la noche (Génesis 29:20), momento en el que el novio generalmente iba a buscar a la novia a su casa. Como aquellas tierras eran verdaderos campos y sin luz eléctrica, la noche era muy oscura. Por ello la novia debía tener sirvientas para que alumbrasen con lámparas los caminos en la noche (Salmos 45:14,15; Mateo 25:1-13), tal como lo ilustra Jesús en la parábola de las diez vírgenes. A eso hay que agregar que las costumbres del matrimonio judío indicaban que novias debían usar un velo que cubría por completo su rostro. Con esta característica las novias sólo traían descubierta su cabellera al viento.


Con estos detalles es posible entender el por qué Jacob no supo que se casaba con Lea, pues la oscuridad de la noche en el campo y un velo prominente usado por la novia nunca permitió descubrir su rostro. Por este motivo Jacob sólo supo que no se había casado con Raquel sino hasta el día siguiente, cuando había salido el sol y la novia ya se había despojado de su traje (Génesis 29:25).