¿Por qué Eliseo reaccionó con tanta furia cuando le gritaron "calvo"?


Esta es una de las historias más extrañas de la Biblia. Tenemos unos muchachos que se burlan de la calvicie de un profeta, y éste reacciona maldiciéndolos, a lo que aparecen unos osos que los despedaza. La Biblia dice:

“Después subió de allí a Bet-el; y subiendo por el camino, salieron unos muchachos de la ciudad, y se burlaban de él, diciendo: ¡Calvo, sube! ¡Calvo, sube! Y mirando él atrás, los vio, y los maldijo en el nombre de Jehová. Y salieron dos osos del monte, y despedazaron de ellos a cuarenta y dos muchachos.” (2 Reyes 2:23-24)

Para muchos la reacción de Eliseo fue desproporcionada. Para otros incluso fue inmoral que un profeta de Dios maldijera a unos muchachos sólo porque se burlaban de su calvicie. Pero, ¿hay algún trasfondo cultural que no conocemos que explica esta historia? ¿Por qué Eliseo reaccionó con tanta furia cuando le gritaron “calvo”? Pues, cuando los muchachos se burlaban diciéndole “calvo” no se referían a su calvicie, pues ¡Eliseo no era calvo!

Pues bien, los muchachos nunca podrían haber sabido si Eliseo era calvo, pues los hombres en Oriente siempre cubrían sus cabezas, incluso si estaban en sus casas (“Luz del Antiguo Testamento”, George M. Lamsa). Seguramente Eliseo cubría su cabeza.

La calvicie natural también era muy rara en el Medio Oriente. Era tan poco común que cualquiera que fuese calvo inmediatamente levantaba sospechas de padecer lepra (Levíticos 13:40-44). Además, Eliseo era muy joven. Algunos comentaristas sugieren que incluso tenía menos de 25 años cuando ocurrieron estos hechos. Sería muy raro entonces que Eliseo fuese calvo natural y mucho más raro que lo fuera a una edad tan prematura (“Hard sayings of the Bible”, Walter C. Kaiser, Jr., Peter H. Davids, F. F. Bruce).

Pero además hay que considerar que la calvicie era muy mal vista en Israel en los tiempos de Eliseo. En el Antiguo Testamento era señal de desprecio (Isaías 3:17), vergüenza (Ezequiel 7:18) y maldición (Amós 8:10). Los israelitas hubieran tenido serias dudas de que Eliseo fuera un profeta de Dios si es que hubiese sido calvo (“A cultural handbook to the Bible”, John j. Pilch)

Entonces, si Eliseo no era calvo, ¿qué le gritaron realmente los muchachos? Pues bien, la palabra “calvo” era un insulto y un desprecio que podía significar “mentiroso”, “cráneo vacío”, “cabeza hueca”, “idiota sin ideas” o “necio”. En arameo vernáculo se decía a menudo: “Él ha mentido tanto que ha perdido su cabello” (“Luz del Antiguo Testamento”, George M. Lamsa). Este insulto era tan grave en Oriente que incluso Jesús declaró más tarde que cualquiera que llamara “necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego” (Mateo 5:22).

Algunos eruditos sostienen que estos muchachos eran idólatras, y que la burla era más bien un desprecio tanto hacia Eliseo como a Dios. Así que cuando le gritaron “calvo”, no sólo lo estaban insultando de “idiota” por subir a Bet-El a adorar a Dios, sino también estaban blasfemando contra Dios. La reacción de Eliseo no fue una venganza personal. Así como Jesús maldijo la higuera como consecuencia de un juicio divino (Marcos 11:21), Eliseo los maldice “en el nombre de Jehová” como un juicio divino por su blasfemia contra Dios.