¿Por qué los discípulos debían sacudir el polvo de sus pies?


Cuando Jesús envió a sus discípulos a predicar el evangelio por distintas ciudades, les entregó una serie de instrucciones. Una de ellas llama mucho la atención. Si alguna ciudad o casa rechazaba el mensaje, los discípulos debían “sacudir el polvo de sus pies” contra ella. La Biblia dice: 

“Más en cualquier ciudad donde entréis, y no os reciban, saliendo por sus calles, decid: Aun el polvo de vuestra ciudad, que se ha pegado a nuestros pies, lo sacudimos contra vosotros. Pero esto sabed, que el reino de Dios se ha acercado a vosotros. Y os digo que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma, que para aquella ciudad.” (Lucas 10:10-12) 

Pero, ¿por qué los discípulos debían hacer esto? ¿Qué significado tenía “sacudir el polvo de los pies”? Pues las respuestas se encuentran en las tradiciones judías. Para los rabinos judíos, Israel era simplemente "la tierra", mientras que el resto de los otros países estaban "fuera de la tierra". La tierra de Israel era santa. Incluso se creía que había 10 grados de santidad desde los límites de "la tierra" hasta el lugar más santo, el templo (Mishná, Kelim 1:6-9). Pero “fuera de la tierra” todo era tinieblas y muerte. Por esta razón, el mismo polvo de un país pagano era considerado inmundo (“Usos y costumbres de los judíos”, Alfred Edersheim). 

Si un poco de polvo pagano tocaba una ofrenda, ésta debía ser quemada inmediatamente: “A causa de seis casos dudosos de inmundicia, se quema terumah: A causa de la duda de un bet ha-peras [área de la tumba], a causa de la tierra sobre la cual se duda si vino de la tierra de los gentiles (…)” (Mishná, Tahorot 4.5). Y si un judío tenía contacto con polvo de tierras gentiles era considerado inmundo: “Las siguientes contaminaciones por contacto y transporte, pero no por sombra: Un hueso del tamaño de un grano de cebada, tierra de un país extranjero, una bet peras (…)” (Mishná, Oholot 2:3). Por tanto, los judíos piadosos que regresaban a Tierra Santa no querrían que el polvo del territorio pagano quedara en sus sandalias. Ellos sacudían el polvo de sus pies o ropas después de haber pasado por tierras gentiles para mostrar su separación de las influencias y practicas gentiles (“Matthew”, Livingstone). 

Esta costumbre judía arroja luz sobre la extraña instrucción que Jesús entregó a sus discípulos. La misión de ellos era expandir los límites del verdadero Israel predicando que “el reino de los cielos se había acercado” (Mateo 10:6). Sin embargo, si alguna ciudad rechazaba este mensaje, los discípulos debían sacudir el polvo de sus pies como señal de que aquella tierra debía ser considerada pagana. 

De la misma manera, Jesús compara estas ciudades con Sodoma. Los judíos consideraban que Sodoma estaba excluida del reino venidero por su pecaminosidad: “La gente de Sodoma no tiene participación en el Mundo Venidero” (Mishná, Sahnedrín 10.3). Sin embargo, Jesús dice que “en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma, que para aquellas ciudades” (Lucas 10:12). Estas ciudades habían cometido un pecado mayor: haber rechazado al Cristo. Por lo tanto, los discípulos debían sacudir el polvo de sus pies contra ellas como un gesto violento de repudio, y señal de que aquellas tierras eran inmundas. Serían consideradas gentiles, quedando excluidas del reino venidero y expuestas al juicio de Dios. Más adelante, Pablo haría el mismo gesto contra los judíos que rechazaron su predicación en Antioquía de Pisidia (Hechos 13:51) y en Corinto (Hechos 18:6).