El Gran Secreto del Templo de Salomón y el Arca del Pacto

Uno de los grandes misterios de la Biblia se pregunta qué pasó con el Arca del Pacto, y por qué desapareció tan repentinamente de las páginas bíblicas. El Arca del Pacto era un arca de madera cubierta de oro construida por orden de Dios, donde Moisés guardó las Tablas de la Ley, los 10 Mandamientos (Éxo. 25:10). El Arca se convirtió en el símbolo del pacto entre Dios y el pueblo de Israel. Por ello, Salomón construyó el Primer Templo de Jerusalén con el fin de guardar el Arca del Pacto. Sin embargo, de pronto desapareció de todo registro bíblico. Muchos han intentado hallarla señalando muchos lugares en el mundo, pero en el último tiempo ha surgido una interesante explicación que dice que el Arca nunca se habría movido de Jerusalén. 

La clave del cómo desapareció el Arca se hallaría en los secretos del Templo de Salomón. Existe un teoría propuesta por el judío-norteamericano Michael Rood que sugiere que el Templo era una verdadera trampa a base de palancas hidráulicas y arena, con el fin de resguardar el Arca del Pacto, puesto que debía ser un refugio seguro, y la clave de su funcionamiento habría estado en sus columnas. 


Dice la Biblia que Salomón hizo construir dos columnas en el pórtico del Templo, de dieciocho codos de altura, y las vació para que quedaran huecas (1 Reyes 7:15). Un detalle interesante se halla más tarde, cuando se dice que las erigió y les puso nombres: 

"Estas columnas erigió en el pórtico del templo; y cuando hubo alzado la columna del lado derecho, le puso por nombre Jaquín, y alzando la columna del lado izquierdo, llamó su nombre Boaz." 1 Reyes 7:21 

Los estudiosos sugieren que Jaquín y Boaz son dos nombres con que se conocen las partes fundamentales de un sistema de palanca. "Jaquín" significa en hebreo "Base-Calza" y "Boaz" significa "Fuerza". Se dice que los templos masónicos también tendrían dos columnas en el pórtico y que el de la derecha se le denomina con una "J" y el de la izquierda con una "B" (como en este caso), y que también tendrían trampas secretas que sólo algunos conocen. Puesto que algunos sugieren que Hiram de Tiro, quien construyó el Templo por orden de Salomon (1 Reyes 7:13-14), fue el fundador de los masones, éste habría integrado en el Templo todo un sistema complejo de palancas para proteger el Arca. Otro interesante detalle también se halla en los capites, que estaban sobre las columnas: 

"Hizo también dos capiteles de fundición de bronce, para que fuese puestos sobre las cabezas de las columnas; la altura de un capitel era de cinco codos, y la del otro capitel también de cinco codos." 1 Reyes 7:16 

Ambos capiteles medían cinco codos sobre las columnas. Cuando Salomón terminó de construir el Templo, dedicó algunas palabras a Jehová. Sus declaraciones, registradas en la Biblia, contienen pasajes muy oscuros en el idioma hebreo: 

"Entonces dijo Salomón: Jehová ha dicho que él habitaría en la oscuridad. Yo he edificado casa por morada para ti, sitio en que tú habites para siempre." (1 Reyes 8:12-13) 

Estas palabras de Salomón son usadas pocas veces en la Biblia. Cada palabra ofrece una serie de misterios. La palabra "habitaría" viene del hebreo "shakan" que significa "un lugar estable para habitar", "oscuridad" viene de "araphel" que significa "sobre un nivel más bajo", "morada" viene de "zebul" que significa "sobre un nivel alto", "sitio" viene de "makown" que significa "lugar arreglado". Parece que lo que quiere decir aquí es que ha preparado una residencia en un lugar exaltado sobre un lugar más elevado en el Templo y un lugar interior para que esté el Arca. 

Quinientos años después, en el 586 a.C. los babilonios invadieron Jerusalén, destruyeron el Templo y se llevaron absolutamente todos los utensilios, los calderos, las paletas, las despabiladeras, los cucharones, las columnas de bronce, las basas, y todo lo que encontraron. Pero ¿por qué no se dice que se llevaron el Arca del Pacto, si también se hallaba en Templo? Simplemente porque ya había sido sacada por un pasadizo secreto que funcionaba con una palanca desde sus columnas. 

Cuando los babilonios midieron las columnas en el pórtico, éstas medían los dieciocho codos de altura, pero los capiteles sobre ellas no medían los cinco codos originales: 

"La altura de una columna era de dieciocho codos, y tenía encima un capitel de bronce; la altura del capitel era de tres codos". 2 Reyes 25:17 


¿Por qué los capiteles sobre las columnas medían menos? ¿Cómo podría desaparecer dos codos de un capitel a dieciocho codos de altura? La explicación se halla en el funcionamiento de las palancas en el Templo. Cuando se mira el Templo desde uno de sus lados se puede comprender el secreto del Templo de Salomón. Cuando la arena dentro de las columnas se liberaba, el peso del capitel ejercían peso hacia abajo para que un extremo de la palanca fuera hacia abajo y el otro extremo por la otra parte subiera. Con ella también subiría un sistema de elevador con una cámara secreta donde los sacerdotes ocultaron el Arca del Pacto antes que los babilonios destruyeron el Templo. 




Cuando los capiteles descendían por la fuerza, ya no medían cinco codos sobre las columnas, puesto que habían bajado. Los dos codos que bajaban por el peso quedaban ocultos en las columnas. Los babilonios las midieron cuando estaban sobre las columnas en la entrada y medían tres codos (2 Reyes 25:17). Pero cuando las sacaron para llevárselas la Biblia nos dice: 

"En cuanto a las columnas, la altura de cada columna era de dieciocho codos (...) Y el capitel que había sobre ella era de una altura de cinco codos." Jeremías 52:21-22 

Los babilonios midieron los capiteles luego de haber quebrado las columnas y al juntarlas medían cinco codos nuevamente. Las columnas, como eran huecas, habrían estado rellenas de arena para que descendieran con facilidad ante la presión ejercida desde arriba. Los capiteles habrían descendido hasta cierto punto, puesto que existía una piedra que toparía en el piso dentro de las columnas para que la cámara secreta subiera hasta llegar exactamente hasta el piso del Lugar Santísimo. Cuando la cámara secreta subió hasta el Lugar Santísimo, los sacerdotes habrían colocado el Arca y la habrían bajado manualmente hasta un pasadizo subterráneo que existía bajo el Templo. Cuando los babilonios destruyeron el Templo y saquearon todo, nunca notaron el cambio. 


El Libro de Macabeos, libro antes incluido en la Biblia pero que ahora es más bien un libro de historia judía, relata lo sucedido. El profeta Jeremías, profeta de aquel tiempo, habría visto una visión acerca de cómo esconder el Arca y sobre el funcionamiento de la trampa secreta, puesto que habían pasado siglos desde la construcción del Templo y ya nadie sabía cómo activarla. Se dice que Jeremías habría escapado con el Arca junto con algunos sacerdotes por una red de túneles bajo el Templo hasta un lugar seguro planificado por Salomón donde se habría hallado un sarcófago de piedra donde ocultarla. Hoy existen registros fotográficos de estos sistemas de túneles. 




El Libro de Macabeos relata que, cuando regresaron, uno de los sacerdotes habría comenzado a marcar el camino hacia el Arca. Jeremías se habría enterado y le reprendió diciendo que el Arca permanecería allí hasta los últimos días para que la Gloria de Dios sea vista. En los años 1800 un explorador francés logró introducirse en el sistema de cuevas y encontró un querubín tallado en piedra por uno de los sacerdotes. Lo sacó con un cincel y actualmente se encuentra en el Museo Real Británico (abajo a la izquierda). Existe también una representación gráfica de cómo era el querubín tallado en la piedra (abajo a la derecha). 


Hoy corre fuertemente el rumor de que el gobierno de Israel tiene en su poder el Arca del Pacto, pues ya habría sido encontrada a principios de 1980 y que estarían reservando esta noticia para cuando comience la reconstrucción del Tercer Templo de Jerusalén, el momento en que darán a conocerla al mundo entero.